Visitar Lugano

Visitar LuganoVisitar Lugano. Es una pequeña ciudad situada al sur de Suiza, a la cual llegué desde Zúrich en tren y visité en menos de un día. Ese recorrido lleva unas 3 horas la ida y otras tantas la vuelta. Reconozco que me gustó pero quizás hay gente que prefiere visitar antes algún lugar más cercano como Winterthur o St. Gallen.

El recorrido comienza, lógicamente, en la estación de tren de Lugano. Está situada al oeste de la ciudad. Es una zona elevada desde la cual podemos descender bien caminando, bien en funicular. Y como llegamos frescos, la mejor forma de conocer sitios es andar. Así que bajamos poco a poco por las calles hasta llegar al primer punto de interés: la Catedral de San Lorenzo. No solo es interesante el edificio en sí, tanto exterior como interiormente. Desde una terraza situada frente a su fachada se pueden obtener unas vistas espectaculares de Lugano, su lago y las montañas que rodean este bello enclave. Si seguimos descendiendo por las estrechas calles, terminaremos llegando a la ciudad antigua de Lugano y a sus calles peatonales, por las cuales conviene caminar y conocer algunos de sus monumentos y plazas más especiales.

De esta forma, no podemos dejar de visitar la Piazza della Riforma. Es uno de los lugares más transitados de la ciudad. Allí está el edificio del Ayuntamiento de Lugano, situado al sur de la plaza. Saliendo de la plaza, caminando hacia el sur, llegaremos a la Riva Vincenzo Vela y al gran lago que domina la ciudad. Si hace un buen día, cosa que en verano es habitual, resulta interesante dar un paseo en dirección al sur por el paseo que hay junto al lago hasta llegar al Giardino Belvedere. No es necesario llegar hasta el final del mismo, pues es bastante largo. Pero sí conviene conocerlo un poco y contemplar las vistas que hay desde el mismo. Llegado a cierto punto, podemos deshacer el camino y poner rumbo al norte.

Visitar Lugano a pie

De nuevo en el centro histórico de la ciudad, dando un paseo por las calles peatonales del mismo encontraremos algunas iglesias de considerable interés. Así, tenemos la iglesia de San Antonio y la iglesia de San Rocco. Cerca de esta última se encuentra situado el Parco Cïvico. Dentro del mismo se encuentra situada Villa Ciani, un palacio del siglo XVII. Atravesando todo el parque hacia el este, llegaremos hasta la desembocadura de un pequeño río. Éste se encuentra atravesado por un estrecho puente peatonal que nos lleva hasta Via Foce. Caminando hacia el norte llegaremos al Viale Castagnola; y girando a la derecha nos dirigiremos a nuestro próximo destino.

Algo más al este, en el cruce del Viael Castagnola con la Via Pico, iremos en dirección norte hasta llegar a la parada del funicular de Cassarate. El destino es el Monte Brè, una montaña de casi mil metros de altitud desde la que se tienen las mejores vistas posibles de toda la zona. Se pueden ver increíbles paisajes tanto del lago, como de la ciudad y las montañas colindantes.

Ascenso al Monte Brè

El tramo de funicular entre Cassarate y Suvigliana es gratuito pero apenas supone subir un desnivel de 200 metros. En esa estación se realiza un cambio de línea. Es decir, se sale de la estación situada en una acera, se cruza la Via Ceresio y se llega a la otra estación. Allí sí hay que pagar. El precio es caro, pues hablamos de más de 40 francos suizos por persona. Se puede subir al Monte Brè en bicicleta, en coche o incluso andando. Cada uno elige el sistema que quiere, o puede elegir no subir.

Una vez llegamos a la estación final, la del Monte Brè, se puede dar un pequeño paseo por la zona. Todo está lleno de caminos, aunque el mejor lugar está situado al final del Sentiero delle Betulle. Allí hay un edificio con un bar-cafetería y una terraza desde la que se puede ver toda la zona de la mejor manera posible. No hace falta consumir para entrar. Pero tampoco creo que sea conveniente abusar de las personas que disfrutan tranquilamente de un lugar así. Lo mejor es hacer algunas fotos e irse.

A partir de ese momento, hay que coger el funicular, bajar de nuevo y atravesar Lugano en dirección a la estación de tren. Esta vez se puede usar el funicular que va desde la ciudad vieja hasta la estación. Es un recorrido que apenas dura un par de minutos pero que nos ahorra un importante desnivel.

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