Bangkok de noche

Bangkok de nocheBangkok de noche cambia, como lo hacen muchas ciudades. Y con tantos rascacielos y centros comerciales, se ilumina por completo. Mi plan era cenar en el Baiyoke Sky Hotel. Luego, subir al Revolving View Point y ver la ciudad de noche.

Así que cogí un Grab y me fui hacia la torre. Llegué con casi una hora de antelación, no quería llegar tarde. Me di una vuelta por los alrededores, visité un mercado y no compré nada. Iba con un encargo que pensé que podría completar mejor en la India.

Yo tenía hora a las 7 en el buffet. Me dieron una mesa y empecé a elegir comida de todo tipo. La verdad es que me quedé lleno en poco tiempo, todo estaba muy bueno. En menos de una hora ya había terminado. Descansé un poco antes de subir a la planta 84. No quería que me sentara mal la cena.

Allí estaba el Revolving View Point. Era el observatorio más peculiar que había visto en todos los rascacielos que visité. El suelo giraba 360º y hacía toda la circunferencia en unos 5 minutos. Es decir, no hacía falta moverse para ver Bangkok de noche. Tan solo hacía falta colocarse en un sitio y esperar a que el mecanismo diera la vuelta. Por suerte, no estaba lloviendo.

Di dos vueltas completas, tomé fotos, grabé vídeos y disfruté de las vistas. Estaba en uno de los puntos más altos de la ciudad. Luego bajé, salí del edificio y pedí un Grab para volver al hotel.

Ya solo me quedaba esa noche antes de abandonar Tailandia. Necesitaba preparar de nuevo la mochila para mis últimos días de viaje. La vuelta al mundo estaba así terminando. Era 21 de septiembre y el 24 cogería mi último vuelo, esta vez con destino a Madrid.

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