También es llamativo el hecho de caminar por encima de los coches que circulan por el puente. Esto se hace gracias al entramado de madera que sirve de piso firme para los viandantes y ciclistas.
Se inauguró en 1883 y tiene una extensión de 478 metros entre las dos torres de apoyo. Permite cruzar el East River y conecta los barrios de Manhattan y Brooklyn. Lo diseñó John Roebling, que murió antes de iniciarse la construcción. Fue su hijo quien supervisó el resto de la construcción, que duró un total de 14 años y causó la muerte de 20 trabajadores.
Se accede al Puente de Brooklyn desde un lugar cercano al Ayuntamiento de Nueva York. El final está situado en Washington Street, ya en el distrito de Brooklyn.