La fachada se hizo con piedra arenisca de Montjuïc, tallada según superficies regladas en forma alabeada; las columnas tienen forma ósea, con representaciones vegetales. La carpintería es igualmente de superficies curvas, y las ventanas son de vidrios de colores de formas circulares. Gaudí conservó la forma rectangular de los balcones del edificio anterior, dando al resto de la fachada una forma ondulada en sentido ascendente.
La Casa Batlló ha sido restaurada en 1970 y en 1995, y es propiedad de la familia Bernat, antiguos propietarios de Chupa Chups. Desde el año 2005 forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Cada año, miles de turistas se acercan hasta este peculiar edificio para disfrutar de su arquitectura.