Buena idea de hasta dónde llegaban estas posesiones son el Casón del Buen Retiro, salón de baile del palacio, o el Salón de Reinos, en las dependencias del antiguo Museo del Ejército (hoy en Toledo), edificios situados claramente fuera de los límites del parque.
El Parque del Retiro es el más concurrido y conocido de los parques madrileños. Su presencia, hoy en el centro de la ciudad, supone un verdadero ‘pulmón verde’ para la ciudad. En sus caminos vamos a poder ver esculturas de artistas de la talla de Mariano Benlliure, Victorio Mancho; Grasés Riera (autor del monumento a Alfonso XII en el estanque del parque, en la foto); o Ricardo Bellver (autor de la estatua del Angel Caído).
Hay que destacar, además, dos puntos más en la visita al parque: los jardines románticos diseñados por Isidro González Velázquez; y el Palacio de Cristal, obra del mismo arquitecto de finales del siglo XIX.