Originalmente, el Templo de Debod se encontraba situado en la Nubia egipcia. Los astrónomos egipcios decidían la orientación que tendría el templo una vez observado el firmamento; en el caso de Debod, se construyó siguiendo el camino del sol, dejando la entrada del templo hacia Oriente. Así el dios Amón Ra lo bañaría con su luz al amanecer; y la parte posterior del templo, hacia Poniente. En Madrid se respetó dicha orientación y se creó, además, un entorno semejante al que el templo tenía en su ubicación original, junto al Nilo. Por ese motivo se encuentra rodeado de un lago. El agua era un elemento fundamental en las creencias del antiguo Egipto. Representaba las aguas primigenias existentes antes de la creación del mundo.
Vista el Templo de Debod
La parte más antigua del templo es una pequeña capilla erigida por el rey Adijalamani (ca. 200-185 a. C.). Está consagrado a la diosa Isis, «la señora de la Isla Pura», y al dios Amón. Sin embargo, en los relieves del templo aparecen más divinidades que también recibían culto en este santuario, como Osiris, Neftis o Sekhmet. Posteriormente, la capilla fue convirtiéndose en templo a medida que se añadían nuevos elementos arquitectónicos. El Templo de Debod fue un santuario de culto muy utilizado durante unos 700 años, hasta la primera mitad del siglo IV.
La entrada es gratuita. Para más información sobre horarios y actividades, hay que visitar la página del Ayuntamiento de Madrid.