Se calcula que sus gradas podían albergar unos 16.000 espectadores en cada función. El centro del escenario estaba compuesto por mármol blanco, mientras que las paredes eran de piedra caliza. La entrada estaba situada sobre el lado este del teatro, donde hoy se pueden ver los restos de una soberbia escalera que llevaba al friso.
Se puede acceder gratuitamente a todo el recinto a través de Akropoleos, una pequeña calle situada junto al recinto deportivo de Ethniko Spartis. El camino hay que hacerlo andando. Una vez allí se puede ver sin problemas el Antiguo teatro de Esparta.