De su casco antiguo tenemos que destacar principalmente la Catedral de St. Pierre, un imponente edificio que domina la ciudad desde el promontorio en el que se encuentra situado. También las calles que rodean este majestuoso edificio, todas llenas de edificios con varios siglos de historia. Algunos están abiertos al público, como la Maison Tavel o el Antiguo Arsenal.
No podemos olvidar la gran cantidad de museos que se pueden visitar en la ciudad. Entre ellos cabe destacar el Museo de la Cruz Roja, el Museo de Arte y de Historia, el Museo de Arte Moderno o el Museo Voltaire, entre muchos otros. Además, existen algunos parques de bella factura por los que merece la pena dar un pequeño paseo. Por ejemplo, el Jardin Anglais o la Promenade des Bastions, ambos situados cerca del casco histórico. Ya sabemos qué ver en Ginebra, ahora solo queda visitar la ciudad.