Hay muchos edificios que llaman la atención de cualquier visitante. Pero sin duda alguna es la Catedral de Zúrich (Grossmünster) la que más destaca sobre los demás. Además de ver museos e iglesias de toda clase, el casco antiguo de Zúrich nos da la posibilidad de conocer los rincones más antiguos de la misma por sus calles peatonales, que atraviesan la ciudad en ambas orillas del río Limmat. También tendremos la posibilidad de conocer las partes más modernas de la ciudad a medida que nos vayamos alejando del centro histórico, como por ejemplo el Kunsthaus o la Universidad de Zúrich.
Yendo hacia el sur, lejos del bullicio de las calles atestadas de coches, encontraremos en ambas orillas sencillos parques situados al borde del lago Zúrich. Son lugares donde poder relajarse tranquilamente y olvidar por un momento todo lo que nos rodea.