Tokio es una ciudad de grandes proporciones y altamente poblada, no solo en cuanto al número de habitantes sino también en cuanto a su densidad.
Tokio es una ciudad de grandes proporciones y altamente poblada. No solo en cuanto al número de habitantes sino también en cuanto a su densidad. A primera vista ofrece un aspecto caótico, con un trazado urbanístico basado en antiguos senderos centenarios que confiere a sus calles poco o ningún orden. La mayoría de las calles carece de nombre y muchos edificios de número. La mejor forma de orientarse y de moverse por la ciudad son sus estaciones de ferrocarril. Sobre todo las que acogen a la línea Yamanote (verde).
El aspecto de la mayor parte de Tokio es el de un muestrario de arquitectura de hormigón prefabricada, de tendidos eléctricos en calles anchas o estrechas y de anuncios publicitarios. Una ciudad, por otro lado, muy segura y muy limpia donde todas las cosas parece que funcionan correctamente y a la hora establecida, con puntualidad suiza o inglesa.
Calles atestadas, estaciones de tren atestadas, paradas de metro atestadas. ¿Por qué visitar Tokio, la capital de Japón? Porque es una cultura diferente, atractiva, respetuosa con el extraño y porque ofrece cosas que pocas ciudades pueden dar.
