En comparación con otros templos de la ciudad, destaca por su sencillez y por su tranquilidad. Hay que hacer especial mención a su acceso por la puerta torii, que nos permite alcanzar el templo atravesando un camino de piedras flanqueado por farolillos de papel rojo y blanco. El Templo de Hanazono Jinja está erigidio en honor de la divinidad Yamototaeur-no-Mikoto. Se trató de un príncipe y héroe del siglo IV que luchó contra las tribus aborígenes. Se puede entrar de manera gratuita.