En teoría pensaba que esa furgoneta me llevaría a mi destino. Pero resultó que iba a Port Barton, un poco más al sur de Long Beach. Porque San Vicente es una región grande y dentro hay pequeñas regiones. O algo así, no sé bien cómo se distribuye administrativamente la isla. El caso es que no era realmente mi furgoneta.
Me dieron una vuelta enorme por Puerto Princesa hasta llegar a Roro Bus Station. Allí tuve que cambiar de furgoneta para que me dejaran en mi hotel. Yo estaba empezando a pensar que tendría que pagar otra vez, pero no.
De Puerto Princesa a San Vicente
De Puerto Princesa a San Vicente hay una carretera bastante justa. Un carril por sentido salvo algún punto donde hay dos; muchas curvas, subidas y bajadas, algunas peligrosas; muchas casas junto a la carretera. En fin, no es que esperar una autopista pero sí algo más decente. Eso ayudaría a tener más y mejor turismo. Y así se obtendrían más ingresos en una isla algo pobre.
El caso es que llegué a mi hotel a las 2 de la tarde. Era el Farm Belle Cottages, buena opción para pasar un par de noches. Comí allí, dejé mis cosas y me fui a ver la playa.
Cualquier cosa buena que diga de Long Beach es poca cosa. Y eso que la vimos por primera vez cuando estaba oscureciendo. Al día siguiente podría verla con la luz solar y sin lluvia. Todo un espectáculo muy recomendable para los turistas.