Fue un lugar que estuvo ocupado por diversos imperios hasta el siglo XIX. Esto fue así gracias a que se trataba de un lugar fácilmente defendible debido a su geomorfología. Entre otros usos, fue una fortaleza de los francos tras la Cuarta Cruzada, los venecianos y los otomanos, quienes terminaron de fortificar el lugar.
El acceso es gratuito y la mejor forma de llegar hasta la entrada es en coche. Se aconseja así estar en buen estado de forma para acceder al mismo. El lugar está lleno de empinadas rampas y tortuosas escaleras. Lo mejor desde la cima de Acrocorinto son las vistas de toda la zona. Es la mejor forma de entender por qué eligieron esa montaña para la fortaleza.