Una vez salí del edificio, muy bonito por cierto, me encontré en la calle. Columbus Circle era la gran plaza que había frente a mí. Ya estaba oscureciendo y tenía que por Massachusetts Ave. Mi destino era el HI Washington DC Hostel.
Debo reconocer que iba algo nervioso por varias razones. La primera y principal era porque me alejaba de mi núcleo de confort con el idioma. El español es un idioma muy hablado en Miami y en Nueva York. Pero en Washington ya sabía que no. Y la segunda razón era porque me metía por primera vez, de manera seria y real, en un hostal. Es decir, habitación compartida con varios desconocidos.
De Filadelfia a Washington
Lo sé, estoy muy malacostumbrado a dormir solo. Pero la vida es así. Y cuando viajo, procuro ir a hoteles. El problema de Estados Unidos es que todo resulta muy caro. Y el alojamiento no es una excepción. Así que compensa aguantar ronquidos y cosas así antes que arruinarse. Por supuesto, llevé tapones para los oídos.
Pero debo confesar que en general la experiencia me resultó agradable. Quizás el mejor hostal que probé en Estados Unidos. Y eso que en todas las ciudades salvo en Nueva York tuve que compartir habitación. Lo de California es capítulo aparte, ya veréis.
El viaje de Filadelfia a Washington había sido todo un éxito. Dos autobuses en un día y más de 300 kilómetros recorridos.