Aunque uno no entre, fuera se pueden ver aparcadas muchas motocicletas de la legendaria marca. Solo por eso merece la pena darse un paseo por las afueras. Es decir, en el parking hay tantas maravillas que no hace falta pagar entrada alguna. Pero reconozco que soy más de coches, qué le vamos a hacer. Así que tras unas vueltas, me puse a caminar durante unos 20 minutos hasta llegar a Discovery World.
Desde allí ya se puede divisar el lago Michigan y el edificio más emblemático de Milwaukee. El Museo de Arte de Milwaukee cuenta con una estructura diseñada por Santiago Calatrava. En movimiento, puede recrear el movimiento de las alas de un pájaro. Realmente, puede recrear cualquier cosa que queramos imaginar. Eso sí, se tienen que las condiciones climatológicas para verlo en movimiento. No fue mi caso, por desgracia.
Un día en Milwaukee
Desde allí di un paseo hasta Veterans Park, luego visité Juneau Park y me encaminé al distrito financiero. No es como el de las grandes ciudades de Estados Unidos pero algo tiene. Di una vuelta por allí, me quedé impresionando con el Ayuntamiento. Caminé por la orilla urbanizada del río Milwaukee y volví a la estación.
Sí, un día en Milwaukee no da para mucho más. No quedé decepcionado pero quizás esperaba algo más. No sé si es una excursión recomendable. Depende del espíritu de cada persona. En cualquier caso, no me arrepiento de haber ido. De todo se aprende.