Lombard Street es una de las calles más famosas y fotografiadas de San Francisco, conocida por su tramo entre Hyde y Leavenworth que serpentea en una serie de curvas pronunciadas. Conocida como «la calle más torcida del mundo», Lombard Street atrae a millones de turistas cada año por su particular diseño y vistas impresionantes.
Diseñada en 1922, la calle se transformó para hacerla más segura y reducir la inclinación natural de la colina, que llega a unos 27 grados. Para ello, se crearon ocho curvas cerradas, lo que dio a la calle su inconfundible forma de zigzag. Los bordes de la calle están decorados con coloridos jardines y macetas de flores. Las mismas embellecen el camino y la convierten en un espectáculo visual. Durante la primavera y el verano, las flores en Lombard Street florecen, agregando un toque vibrante a este ícono de San Francisco.
Lombard Street en San Francisco
Desde la parte alta de Lombard Street, se puede disfrutar de una panorámica increíble de la ciudad y de lugares como la bahía de San Francisco, Coit Tower, y en algunos días despejados, hasta Alcatraz. La experiencia de conducir por la calle es única, pero muchos turistas prefieren recorrerla a pie para capturar cada ángulo con sus cámaras. Las casas victorianas que flanquean la calle, algunas de las cuales tienen más de un siglo de historia, también le otorgan un carácter especial y encantador.
Visitar Lombard Street es una parada obligatoria para quienes buscan una experiencia única y emblemática de San Francisco. A pesar de su popularidad, el área conserva un ambiente tranquilo, lo que permite disfrutar de las vistas y de los detalles arquitectónicos de la zona. Lombard Street es más que una curiosidad urbana. Se trata de una muestra de cómo San Francisco ha sabido adaptarse a su accidentada geografía con ingenio y estilo. No dudes en incluir este punto en tu visita turística a la ciudad de California.
