El Hospital de la Santa Creu y de Sant Pau lo diseñó en 1902 Lluís Domenech i Montaner. Es uno de los complejos modernistas más impresionantes de Barcelona y un ejemplo destacado del patrimonio arquitectónico catalán. Situado en el barrio del Guinardó, este hospital se construyó entre 1902 y 1930. Su grandiosa arquitectura y su detallada ornamentación lo convierten en uno de los conjuntos modernistas más grandes del mundo. También es una de las joyas arquitectónicas de Barcelona. En 1997, se declaró como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, junto a otra obra de Domènech i Montaner, el Palau de la Música Catalana.
El proyecto original del Hospital de Sant Pau tenía como objetivo proporcionar un entorno más saludable y humanitario para los pacientes. Esto contrastaba con los hospitales convencionales de la época. Inspirado en la idea de que el entorno influye en la recuperación de los enfermos, el hospital se diseñó como una «ciudad dentro de la ciudad». Cuenta con pabellones independientes rodeados de jardines, conectados por pasillos subterráneos. Esta disposición no solo permitía la entrada de luz natural y aire fresco, sino que también facilitaba la movilidad de los pacientes y el personal médico.
Composición del Hospital de la Santa Creu y de Sant Pau
El complejo hospitalario se compone de 27 edificios, muchos de ellos ricamente decorados con mosaicos, esculturas y vidrieras de colores, lo que refleja el estilo modernista característico de Domènech i Montaner. Cada pabellón tiene una estructura única y está adornado con detalles que representan elementos de la naturaleza. Por ejemplo, flores, animales y plantas, creando un ambiente acogedor y armonioso. El pabellón de la Administración, con su cúpula dorada y sus magníficos murales, es uno de los edificios más impresionantes del recinto y muestra la gran maestría del arquitecto.
El Hospital de Sant Pau funcionó como centro sanitario hasta 2009, cuando se trasladó a unas instalaciones más modernas. Posteriormente, se inició un proceso de restauración para devolver al conjunto su esplendor original y adaptarlo a un nuevo uso cultural y educativo. En la actualidad, el hospital se ha transformado en un espacio abierto al público. Alberga actividades culturales, exposiciones y conferencias, así como la sede de instituciones internacionales, como la Organización Mundial de la Salud y la Unión por el Mediterráneo.
El Hospital de la Santa Creu y de Sant Pau es, sin duda, un testimonio de la rica tradición arquitectónica y cultural de Barcelona. Su fusión de arte, historia y funcionalidad lo convierte en un lugar único que combina la belleza del modernismo catalán con el legado de uno de los arquitectos más influyentes de la ciudad.