La Basílica del Sacre Coeur (o del Sagrado Corazón) se erigió en la cima de la Butte de Montmartre. Se construyó con las donaciones realizadas por los católicos de París como un acto de arrepentimiento después de la humillante guerra franco-prusiana de 1870-1871. La construcción se inició en el año 1873 pero no se consagró hasta 1919. De hecho, el sentimiento de expiación no ha desaparecido de la basílica.
Hoy en día aún perdura un «ciclo» de oración perpetuo. Se puede ascender a la cúpula a pie, después de superar 234 escalones y habiendo pagado 6 euros. Desde allí se tienen unas vistas espectaculares de París, pues es el segundo punto más alto de la ciudad después de la Torre Eiffel. Con esa misma entrada se puede visitar la cripta, que posee varias capillas.
La Basílica del Sacre Coeur es mucho más que el edificio religioso. Para empezar, uno de los aspectos más bonitos es recorrer antes el barrio de Mont Marte. Se trata de un lugar bohemio, que nos recuerda a la parte más seductora de la capital. Tras realizar el breve ascenso, se llega a los pies del edificio blanco. Desde allí, las vistas de la ciudad de París son sencillamente increíbles. Por lo tanto, si accedemos a la cúpula, imaginad cómo se ve todo desde allí arriba.
Existe un pequeño funicular que os acerca hasta al explanada previa al templo. Podéis usarlo para subir o bajar, pero intentad caminar por el barrio. Merece la pena ver esos edificios y comercios que tan buen ambiente tienen.