La Basílica de Santa María se encuentra situada en una de las esquinas de la Plaza del Mercado de Cracovia. Aunque exteriormente no se aprecie de manera significativa, está construida en estilo gótico. Eso se puede apreciar mucho mejor en su interior. Su construcción se prolongó durante la segunda mitad del siglo XIV. Terminó con la construcción de sus dos torres a principios del siglo XV.
Cabe comentar que la torre más alta, de unos 80 metros de altura, está abierta al público. Se puede subir hasta el nivel más alto a través de unas escaleras de madera. Dicha escalera consta de un total de 239 escalones y es la única forma de ascender. Las vistas desde la cima de la torre merecen la pena. Se puede observar la antigua capital polaca desde un punto de vista diferente. Si se sube en el momento adecuado, se puede escuchar la melodía de trompeta que cada hora resuena desde los vanos de la torre hacia el exterior.
Una vez abajo, merece la pena entrar para recrearse con la decoración interior de la Basílica de Santa María. Sin duda alguna es una de las más coloridas que se pueden apreciar en una iglesia de su época. Como se puede ver en la foto, los techos están pintados de un intenso color azul mientras que las paredes son de color rosa. Además, se puede observar el retablo de madera más grande de Europa, con 12 metros de longitud y 11 de altura. Como ya comenté entrar en su interior no me costó nada pero si quería hacer fotos debía pagar una pequeña cantidad, así que hice algunas fotos de manera furtiva para captar el interior de la mejor manera posible.