Día 5. Villa Olímpica y Atenas romana.

Día 5. Villa Olímpica y Atenas romana.Día 5. Villa Olímpica y Atenas romana. El quinto día de mi primer viaje a Grecia abarcó la visita al que fuera el Complejo Olímpico durante los Juegos de 2004. También vimos una parte de las ruinas romanas que hay en Atenas.

Para llegar hasta el citado Complejo, la mejor manera era coger el metro, concretamente la línea 1. Hay que parar en la estación de Irini. La entrada al complejo quedaba muy cerca de dicha estación. Apenas había que andar 50 metros para encontrar la entrada al recinto. Sus instalaciones aquel día estaban cerradas pero por lo menos se podía ver todo desde el exterior. Una vez superada la entrada, nos adentramos en el mundo que Santiago Calatrava diseñó y creó para los Juegos Olímpicos de 2004 en Atenas.

Lo primero que pudimos ver fue una arcada metálica bajo la que pasamos para acercarnos a las instalaciones más importantes. A la derecha quedaba el velódromo, un edificio cubierto y simétrico sobre el que se elevan dos imponentes arcos que sujetan la cubierta del edificio, todo de color blanco. Luego se encontraba el Centro Acuático, con una serie de piscinas descubiertas donde se realizaron los eventos de natación, natación sincronizada y waterpolo.

Más a la izquierda, se podían ver una serie de edificios cubiertos donde se realizaron eventos de gimnasia, principalmente, así como la final de baloncesto. Y destacando por encima de todos los demás edificios se podía ver el Estadio Olímpico, antiguo Spyros Louis. Se remodeló completamente para poder celebrar las ceremonias de apertura y clausura, así como las principales pruebas de atletismo. Un poco más alejado se encontraba el centro de tenis, aunque no llegamos a verlo más que de lejos.

Día 5. Villa Olímpica y Atenas romana.

Como el calor apretaba y cruzando bajo las vías de la línea 1 se podía acceder a unos de los centros comerciales de la ciudad helena, fuimos hasta allí para tomar algo. De paso, contemplamos las vistas que había desde una de las terrazas que daban al Complejo Olímpico.

Una vez terminamos, usamos la línea 1 para llegar hasta Monastiraki. Queríamos ver algunas de las partes de la Atenas romana que aún quedan en pie. Uno de los edificios que se pueden destacar es la Biblioteca de Adriano. Se construyó alrededor del año 132 d.C. Estaba rodeada por 100 columnas, de las cuales no quedan muchas en pie. Pero sin duda alguna, el mayor recinto de antigüedades romanas es el Ágora. Era el centro social de la ciudad de Atenas durante el gobierno romano.

En dicho recinto, que queda a los pies de la Acrópolis, cabe destacar principalmente la puerta de Atenea Arkegetis. Está flanqueada por 4 columnas dóricas y aún se conserva en muy buen estado. También está la Torre de los Vientos, construida en el siglo II a.C. por el astrónomo Andrónico. Esta construcción realizaba las funciones de reloj de sol, veleta, reloj de agua y brújula. Más tarde se convirtió en una iglesia y se utilizó para derviches durante el dominio otomano.

Desde allí, y dando un pequeño paseo por las calles de Plaka, fuimos hasta Syntagma. Continuamos hasta la Irodou Attikou, una calle que deja a un lado los Jardines Nacionales y al otro el Palacio Presidencial, además de la gran mayoría de las embajadas que se pueden encontrar en la ciudad. La calle desembocaba en una plaza bastante grande que estaba dominada por el Estadio Panathinaiko. Actualmente es una reconstrucción de 1895 con motivo de la celebración de los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, en 1896. Destaca por la pista en forma de U y tiene capacidad para 80.000 espectadores.

Caminamos un poco más en dirección a nuestro último destino del día y del viaje, un restaurante español de calidad dudosa pero con unas vistas excelentes de la Acrópolis, que durante la noche está iluminada y posee una magia especial.

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