El Arco del Triunfo de Barcelona (o Arc del Triomf) es el pórtico de la exposición universal de 1888, que llenaba el Parque de la Ciudadela. Josep Vilaseca i Casanovas lo diseñó. Está realizado en ladrillo en estilo neomudéjar y tiene esculturas alegóricas a los oficios, la industria y el comercio.
Es uno de los monumentos más icónicos de la ciudad y un ejemplo destacado de la arquitectura modernista catalana de finales del siglo XIX. Se construyó en 1888 con motivo de la Exposición Universal de Barcelona, un evento que transformó la ciudad y la consolidó como un importante centro cultural y económico de Europa. El arco se erige en el paseo de Lluís Companys, sirviendo como puerta de entrada a la exposición. Se ha convertido en un símbolo del progreso y la modernidad de la Barcelona de la época.
A diferencia de otros arcos del triunfo, que suelen estar asociados a victorias militares, el de Barcelona se concibió como una puerta monumental para dar la bienvenida a los visitantes del evento. Su estilo arquitectónico mezcla elementos neomudéjares y modernistas, lo que lo hace único. Se construyó principalmente de ladrillo rojo, un material poco común para este tipo de monumentos. Su diseño se enriqueció con detalles ornamentales, como esculturas y relieves que representan la industria, el comercio, la agricultura y las artes, simbolizando el carácter cosmopolita y emprendedor de la ciudad.
Iconografía del Arco del Triunfo de Barcelona
En la parte superior del arco, se pueden observar una serie de escudos de las 49 provincias españolas. Este detalle refuerza el sentido de unidad y diversidad que se quería transmitir durante la Exposición Universal. Además, el frontón se decoró con la inscripción «Barcelona rep les nacions» («Barcelona recibe a las naciones»), una clara referencia al papel de la ciudad como anfitriona de un evento que atrajo a miles de visitantes de todo el mundo. Las esculturas que adornan el arco las realizaron artistas de renombre como Josep Reynés, Antoni Vilanova y Torquat Tasso. Este hecho demuestra la importancia que se le dio al proyecto.
El Arco del Triunfo se ha convertido en un punto de encuentro y un espacio de ocio para residentes y turistas. Es el punto de partida de muchas rutas turísticas que recorren la ciudad. Su ubicación, junto al Parque de la Ciutadella y cerca del barrio del Born, lo convierte en un lugar ideal para disfrutar de un paseo y descubrir la riqueza histórica y cultural de Barcelona. Hoy en día, es un testimonio del espíritu emprendedor y la creatividad que han caracterizado a la ciudad a lo largo de su historia. Sigue siendo un emblema de la Barcelona moderna y abierta al mundo.