Visitar Zúrich. Es una ciudad con muchas e interesantes cosas que visitar. Aunque no es una ciudad excesivamente grande, su casco antiguo es más grande que en el resto de ciudades suizas. Los museos son más importantes y densos en cuanto al contenido. Es posible ver los monumentos y puntos de interés principales en un solo día. Parece difícil afirmar esto si fuésemos en invierno, pues las horas de luz son más escasas que en verano. Por lo tanto, emplear un segundo día (o más) en la visita de Zúrich depende de dos factores. Uno es la época del año en la que vayamos y otro la cantidad de museos que deseemos visitar.
Así, a continuación relato un posible itinerario para poder ver lo más importante de la ciudad. Yo lo hice en un día a mediados de junio. Tuve muchas horas de sol y aproveché prácticamente todo el día.
Visitar Zúrich a pie
Un buen lugar para empezar la visita es el vestíbulo de la estación de tren de Zúrich-HB (Hauptbahnhof). En su interior existen algunos elementos llamativos, como la escultura de «El ángel de la guarda» que pende del techo; o el reloj analógico situado entre el vestíbulo y los andenes superiores de la estación. Es un punto en el que muchos ciudadanos de Zúrich suelen quedar para luego salir con los amigos. Al este queda la salida principal por el vestíbulo; al sur queda la salida a Bahnhofplatz; y al norte queda la salida que da al Landesmusem.
Para no dejar nada en el camino, lo mejor será salir por el norte hacia Museumstrasse. Lo primero que encontraremos será un imponente edificio construido a finales del siglo XIX. En su interior alberga el Landesmuseum (Museo Nacional de Suiza). Visitarlo entero puede llevar un día sin muchos problemas. Son muchas las salas que hay dentro y mucho el material que ver. Si no disponemos de ese tiempo o sencillamente no nos interesa lo que hay dentro, podemos dirigirnos hacia Platzspitz (antiguamente conocido como Platz Promenade). Es un pequeño parque situado detrás del museo y flanqueado por los dos ríos que hay en la ciudad: el Limmat y el Sihl.
Después de dar un paseo por sus caminos, lo mejor es dirigirse hacia Bahnhofplatz a través de Bahnhofquai. Pasa por delante de la entrada principal del vestíbulo de la estación de tren de Zúrich. En esta plaza, situada al sur de la estación de tren, encontraremos unas paradas de tranvía en el centro. También está el monumento a Alfred Escher. Fue un pionero suizo de los ferrocarriles al que la ciudad rindió tributo en 1889 con esta escultura.
Camina por Bahnhofstrasse
Hacia el sur comienza su recorrido la Bahnhofstrasse. Es una calle dedicada especialmente al comercio y la restauración que es frecuentada por muchos habitantes de la capital del cantón y por muchos turistas. Los precios son bastante altos para quienes vamos de países con menos posibilidades económicas. Podemos comenzar a recorrer esta calle aunque en Uraniastrasse conviene girar a la izquierda, en dirección al este. Allí veremos uno de los edificios más desconocidos de Zúrich: el observatorio Urania. Destaca por su cúpula, situada a más de 50 metros de altura, donde se encuentra el observatorio astronómico. Actualmente funciona como museo de divulgación científica.
Un poco más adelante veremos un puente que salva Uraniastrasse y por el que discurre Lindenhofstrasse. Hay unas escaleras en ambas aceras que nos permiten subir hasta el puente y coger esta calle en dirección sur. Siguiendo esta ruta, subiremos por una empinada cuesta hasta Lindenhof. Es un pequeño parque arbolado situado sobre un pequeño promontorio que ofrece, en su lado oriental, unas magníficas vistas del río Limmat y de la parte más oriental de la ciudad vieja de Zúrich. En esa misma plaza se puede ver, en una de las esquinas meridionales, la Freimaurerloge. Es una logia masónica de gran valor arquitectónico debido a su antigüedad. Lo siguiente que podemos ver, debido a su cercanía y bajando por unas escaleras, es Schipfe. Es una estrecha calle al nivel del río en la que destacan sus casas, con bases de madera fechadas en los siglos XII y XIII.
Merece la pena seguir en dirección sur por esta calle, en el lado más pegado al río Limmat, para disfrutar de las vistas de los edificios de la otra orilla, en Limmatquai. Después de pasar por unos soportales, conviene girar a la derecha y subir hasta Strehlgasse. Siguiendo todo recto, en dirección oeste, llegaremos hasta una pequeña calle llamada Widdergasse, que da acceso a la Münzplatz.
Visitar Zúrich y sus iglesias
En esta pequeña plaza está situada la Augustinerkirche. Es una iglesia gótica construida en el siglo XIII. Desde ahí, la mejor opción es ir por Augustinergasse en dirección sureste hasta llegar a St. Peterkirche, famosa por ser la iglesia más antigua de Zúrich. Es especialmente llamativa por su torre-campanario y las esferas de reloj que hay en la misma. Son las más grandes de toda Europa. Dejando esta iglesia a nuestra derecha, iremos por Schlüsselgasse en dirección sur hasta llegar a Münsterhof. Es una plaza rodeada de muchos edificios históricos y de gran valor arquitectónico.
De todos ellos cabe destacar tres: en primer lugar, el más llamativo de todos es Fraumünster, una iglesia de líneas góticas sencillas situada en el lado meridional de la plaza; en segundo lugar, situado en el lado occidental de la plaza está el famoso restaurante Zunfthaus zur Waag, instalado en la antigua sede del gremio de pesadores; y en tercer y último lugar está el Zunfthaus zur Meisen, un palacio rococó de estilo francés que en la actualidad exhibe una colección de cerámicas procedentes del Museo Nacional de Suiza (Landesmuseum), situado junto a Hauptbahnhof.
Abandonando la plaza en dirección al Münsterbrücke, conviene dar un paseo por la orilla occidental del río en dirección norte, por Wuhre. Así se puede llegar a la Weinplatz y cruzar el río Limmat por el Rathausbrücke. Es un ancho y antiguo río que une las dos orillas en las que se divide Zúrich. Destaca por su antigüedad y por tener el Ayuntamiento situado sobre la orilla oriental. Ya en Limmatquai bajaremos hacia el sur hasta llegar a Münsterbrücke y volveremos a cruzar el río. El objetivo de esta pequeña vuelta es pasar por encima de los puentes más importantes de la ciudad. Así se pueden ver ambas orillas desde un punto de vista diferente, pero eso depende de los gustos de cada uno.
Acércate hasta el lago
En Stadthausquai iremos nuevamente hacia el sur, dejando a nuestra derecha Fraumünster y el Stadthaus. Es un edificio de estilo neogótico que alberga en su interior diferentes servicios gubernamentales y municipales. Poco antes del Quaibrücke se puede ver sobre las aguas del río el famoso Bauschänzli. Es un vestigio del cuarto cinturón de la muralla de la ciudad, construido en torno a 1660. Hoy está ocupado por un restaurante. Pasado el último edificio llegaremos a la Bürkliplatz, una plaza arbolada que precede al lago Zúrich.
Cruzando General Guisan Quai llegaremos hasta Sehenswürdigkeit. Es un pequeño parque junto a unos embarcaderos que nos permitirá disfrutar de unas vistas maravillosas del lago. Ahí mismo también encontraremos una pequeña escultura, la estatua de Ganímedes. Antes de abandonar el lado occidental de la ciudad conviene caminar un poco por la parte meridional de General Guisan Quai y llegar hasta el Arboretum. Es un pequeño parque en el que relajarse o tomar algo antes de continuar el camino.
Deshaciendo el camino hasta la Bürkliplatz, cruzaremos el punto en el que el río Limmat y el lago Zúrich se fusionan a través del Quaibrücke hasta llegar a la Bellevueplatz. Yendo por un paseo arbolado que hay entre Utoquai y el lago podremos caminar tranquilamente en dirección al sur, dejando a nuestra izquierda el Opernhaus (Teatro de la Ópera) y disfrutando de las maravillosas vistas del lago y de la parte occidental de la ciudad. Siguiendo por el paseo arbolado llegaremos hasta Seefeldquai, calle que nos adentra en una zona ajardinada.
Conoce las dos orillas de la ciudad
Un poco más adelante, a nuestra izquierda, veremos el pequeño museo Bellerive; y en la manzana siguiente la famosa Heidi Weber Haus. Es un edificio diseñado por el famoso arquitecto Le Corbusier. Si seguimos avanzando, nos encontraremos con un jardín amurallado con un estilo claramente oriental. Se trata del Chinagarten, un pequeño jardín chino donado por la ciudad de Kunming y al que se accede previo pago de una entrada. En esa zona podemos dar un paseo por el Zurichhorn, un parque situado en la orilla oriental del lago Zúrich.
Ahora toca volver a la ciudad vieja, así que se puede deshacer el camino andando o se puede coger la línea 912 de autobús, que tiene parada en Bellerivestrasse, junto al Chinagarten, y que lleva hasta Opernhaus. Una vez allí, se sube por Falkenstrasse hasta llegar a la estación de tren de Stadelhofen Bahnhof. Originaria del siglo XIX, su rediseño lo llevó a cabo el arquitecto español Santiago Calatrava. Desde ahí se sigue hacia el norte hasta llegar a Rämistrasse. Girando a la derecha y subiendo la calle se llega hasta el Kunsthaus de Zúrich. O lo que es lo mismo, el Museo de Bellas Artes de la ciudad suiza. Si queremos visitarlo entero, quizás haga falta medio día o incluso un día entero. Si no, lo mejor es dirigirse hacia la estrecha Kirchgasse y llegar hasta Zwingliplatz. Allí es donde se encuentra la monumental Catedral (Grossmünster).
Termina tu visita a Zúrich
La entrada a la misma se encuentra situada precisamente en esa plaza. El acceso al interior es gratuito, pero para quienes no tengan miedo a las alturas es aconsejable pagar la entrada para subir a una de las torres de la catedral. Las vistas desde ahí son magníficas puesto que se puede ver toda la ciudad vieja y también el lago y las lejanas montañas en un día despejado. Eso sí, tanto la subida como la bajada se hace por el interior de la torre, solo hay escaleras y puede ser bastante cansino.
Una vez abajo, saliendo de la catedral, cogeremos Münstergasse hacia el norte y caminaremos por esta peculiar calle peatonal, llena de tiendas, bares, restaurantes y edificios con historia. En el cruce con Neumarkt conviene girar a la derecha y subir hasta Seilergraben. Delante de nosotros, un poco a la izquierda, veremos los macizos edificios de la Universidad de Zúrich. Si subimos hasta la zona donde se encuentran esos edificios por Künstlegrasse, un ascenso relativamente sencillo pues es una rampa y llegamos hasta el cruce con Karl Schmid Strasse, encontraremos una pequeña plataforma desde la que podremos disfrutar de unas excelentes vistas de Zúrich.
Bajando por los escalones de Schienhutgasse y cruzando nuevamente Seilergraben, encontraremos una calle llamada Mühlegasse que nos lleva hasta una pequeña plaza arbolada en la que destacan dos edificios situados en la misma manzana. A la derecha está la Predigerkirche, una iglesia del siglo XV, y a la izquierda está la Zentralbibliothek, la biblioteca cantonal y universitaria.
En dirección al río llegaremos al cruce con Niederdofstrasse, calle que seguiremos en dirección norte hasta terminar nuestra visita junto a Central Polybahn, la parada del funicular que lleva hasta la Universidad. Al otro lado del río habremos llegado de nuevo al punto de partida, Hauptbahnhof.