La Catedral de St. Pierre se construyó en el punto más alto de la ciudad antigua de Ginebra. Se levantó en el emplazamiento de un antiguo santuario romano y de diversos edificios religiosos de los siglos IV y V. Sus restos, gracias a las excavaciones, son visibles en el subsuelo. La iglesia actual se levantó con formas románico-góticas durante los siglos XI y XIV sobre los restos de una basílica paleocristiana preexistente. En ella, el emperador Conrado el Sálico se coronó rey de Borgoña en 1034. Se modificó al poco tiempo y se restauró en varias ocasiones. En 1536 adoptó el culto protestante y hasta 1564 predicó en ella Calvino.
El interior de la Catedral de St. Pierre se puede visitar de manera gratuita. No obstante, es posible acceder, previo pago, a una de las torres. Una vez allí se puede pasar por debajo de la aguja que sobresale en el edificio y se puede alcanzar la otra torre. Desde allí hay unas vistas excelentes de toda la ciudad y del lago Leman. También es posible realizar un recorrido arqueológico por la catedral. Se puede comprar el billete conjunto con la subida a las torres o bien hacerlo por separado.