Visitar Berna. Es una ciudad suiza magníficamente emplazada y de carácter marcadamente medieval. Es un bello lugar aconsejable para cualquier turista. Debido a su reducido tamaño, se puede visitar en un día sin demasiados problemas. Cuenta con la gran ventaja de que es posible hacerlo todo andando. Es sin duda alguna la mejor forma de conocer la ciudad vieja de Berna, la capital de Suiza.
El mejor sitio para comenzar la visita es la Bahnhofplatz. Es un punto realmente interesante por la confluencia de la principal estación de tren de la ciudad y una parada situada cerca de la salida de la estación donde paran múltiples líneas de tranvía y autobús. Desde allí podemos movernos a cualquier zona de Berna. Uno de los primeros edificios de interés que nos vamos a encontrar va a ser la Heiliggeistkirche (iglesia del Espíritu Santo). Prácticamente marca el inicio de la calle más importante de Berna: la Spitalgasse. Su importancia radica tanto en su historia como en el trayecto que realiza. Cruza la ciudad vieja de oeste a este, aunque su nombre va variando a medida que avanzamos.
Visitar Berna a pie
El primer tramo es peatonal aunque es atravesado por el transporte público. Nos acerca hasta una de las diferentes torres que podremos ver en la ciudad de Berna. En este caso se trata de la Kafigturm, la antigua puerta occidental. Su construcción data de 1256. Caminando hacia el sur desde la citada torre, encontraremos la Barenplatz. Allí se encontraba el antiguo foso de los osos, y es el punto de acceso a la famosa Bundesplatz. Posiblemente sea la plaza más grande que encontraremos en la ciudad vieja. Allí se encuentra, sin duda alguna, el edificio más importante de la actividad política de Suiza: el Bundeshaus. En su interior se encuentra la sede del gobierno suizo y el Parlamento. Lo más llamativo de la plaza, remodelada recientemente, son los chorros de agua que salen desde el suelo y que hacen las delicias de los turistas cuando el calor aprieta.
Avanzando por Amthausgasse llegamos a la Theaterplatz, donde podremos ver, a la derecha, el Casino Cultural de Berna. Yendo hacia la izquierda, en dirección a la Kornhausplatz, vamos a poder ver uno de los edificios más llamativos de Berna: la Zeitglockenturm. Se trata de la famosa Torre del Reloj, una torre a modo de puerta de acceso a la ciudad vieja que fue construida en el siglo XII. Destaca su reloj astronómico, que está en la fachada oriental. El reloj apunta directamente a Kramgasse, una de las calles en las que se divide Spitalgasse. Si la atravesamos, no solo disfrutaremos de un paseo por una calle llena de edificios llenos de historia, como la casa de Einstein, sino que también podremos ver algunas de las fuentes más famosas de la ciudad, como Simsonbrunnen y Zahringerbrunnen.
Camina por la ciudad vieja
Al llegar a la Kreuzgasse conviene girar a la derecha para encontrarnos con la Catedral de San Vicente. Este edificio sobresale por encima de los demás gracias a su imponente torre con aguja. Su fecha de finalización fue 1893. Construida en estilo gótico tardío, su construcción se inició en el siglo XV y se terminó en el siglo XVI. Merece la pena entrar en su interior (la entrada es gratuita) y dar una vuelta por sus tres naves.
La gran luminosidad interior se debe a las valiosas vidrieras. El coro es, posiblemente, el elemento más destacable de su decoración interior, obra de Niklaus Manuel. Una vez salgamos de la catedral, al sur hay una pequeña puerta que nos lleva hasta Munster Plattform. Es una amplia terraza con árboles y jardines que proporciona unas magníficas vistas del Río Aar y de los barrios de la orilla oriental de la ciudad vieja de Berna, especialmente Matte.
Volviendo nuevamente a Kramgasse, seguiremos avanzando hacia el este hasta llegar a Nydeggasse. Esta calle nos lleva hasta el Nydeggbrucke, el primer puente moderno que se construyó para salvar el río Aar.
Al otro lado y ya siendo visible desde el puente, siempre y cuando vayamos por la acera meridional, podemos ver el Barengraben o foso de los osos (símbolo de la ciudad). Este lugar es llamativo porque en su interior podremos ver algunos ejemplares de osos en un recinto especialmente habilitado para ellos. Más al sur está el Barenpark, cuyo recorrido nos llevaría hasta Helvetiaplatz.
Un día para visitar Berna
Sin embargo, una vez vistos los osos, es recomendable ir hacia el norte desde Barengraben y bajar por Klosterlistutz. Este recorrido nos lleva hasta el Untertorbrucke. Es el puente más viejo de Berna, un lugar lleno de historia. Atravesándolo llegaremos hasta Postgasse, calle que nos lleva directamente hasta el Ayuntamiento (Rathaus) y la iglesia de San Pedro y San Pablo. Una vez pasemos estos dos edificios, la calle pasa a llamarse Rathausgasse y nos lleva hasta la Kornhausplatz. Al norte de la misma se encuentra situado el Stadttheater, el teatro de Berna; y en el centro se encuentra el Kornhaus, el antiguo granero (siglo XVIII).
Continuando el trayecto hacia el oeste llegaremos hasta la Franzosischekirche, la iglesia más antigua de Berna. Sus orígenes datan del siglo XIII. Y unos metros más adelante llegaremos a la Waisenhausplatz, punto y final de nuestro recorrido por la ciudad suiza.
Existen también otros lugares interesantes que visitar en Berna. Así, podemos acudir a alguno de los museos que hay en la ciudad, como por ejemplo el Kunstmuseum o Museo de Bellas Artes. También es interesante visitar alguno de los parques que hay en la ciudad, entre los que cabe destacar el Jardín Botánico y el Tierpark, donde podremos visitar el zoológico.