La Torre de Belém es uno de los monumentos más icónicos de Lisboa y un símbolo del esplendor marítimo de Portugal. Esta magnífica estructura se encuentra a orillas del río Tajo, en el barrio de Belém, y fue construida entre 1515 y 1520 como parte de las defensas de la ciudad. Originalmente, la torre sirvió como fortaleza y faro, guiando a los navegantes que llegaban a la capital portuguesa.
El diseño de la Torre de Belém es una mezcla de estilos manuelino y gótico, lo que la convierte en una joya arquitectónica. Su fachada presenta intrincados detalles, incluyendo elementos marinos y motivos ornamentales que reflejan la era de los descubrimientos. La torre tiene cinco niveles y ofrece una vista impresionante del río y de la ciudad desde su mirador.
Torre de Belém junto a Lisboa
Dentro de la torre, los visitantes pueden explorar diversas salas, incluyendo la capilla y las cámaras de almacenamiento de armas. La historia de la torre está íntimamente ligada a los viajes de exploración de los portugueses, ya que fue desde este punto que muchos exploradores, como Vasco da Gama, partieron hacia nuevas tierras. Esta conexión histórica la convierte en un lugar fascinante para los amantes de la historia y la cultura.
El entorno de la Torre de Belém también es digno de explorar. A pocos pasos, se encuentran otros atractivos como el Monasterio de los Jerónimos y el Monumento a los Descubrimientos. Los jardines que rodean la torre proporcionan un espacio agradable para relajarse y disfrutar de las vistas del río.
En resumen, la Torre de Belém es una visita obligada en Lisboa. Su rica historia, impresionante arquitectura y entorno pintoresco la convierten en un destino único. No solo es un símbolo de la era de los descubrimientos, sino también un lugar donde se puede sentir la esencia de la historia portuguesa.