Día 2. Varsovia.

Día 2. Varsovia.Día 2. Varsovia. El segundo día también lo dedicamos a Varsovia. Aunque la gente pueda pensar que hay pocas cosas que ver en esta ciudad, merece la pena visitar sus parques porque la mayoría son realmente espectaculares. Nuestro primer destino del día era el Parque Lazienkowski, situado cerca del río Wisla. Del mismo se pueden destacar bastantes cosas.

Lo primero que vimos fue una estatua en honor de Chopin, el compositor nacido en Polonia. Avanzando más por el parque, además de una disposición bastante natural de los árboles pudimos ver el Palacio Wyspie. Está situado en una especie de isla artificial sobre uno de los canales que atraviesan el parque. También vimos el Teatro Wyspie, a escasos metros del mencionado palacio.

Avanzando hacia el norte, y casi saliendo del parque, pudimos ver el edificio de la embajada española en Polonia. Cerca también pudimos ver, solo por fuera, el Centro de Arte Contemporáneo, Ujazdowski – zamek. Salimos definitivamente del parque y fuimos andando hacia el norte por Aleje Ujazdowskie. Llegamos a la Plaza de las Tres Cruces, donde se encuentra la Iglesia de San Alejandro, que pudimos ver por dentro.

Seguimos avanzando a buen ritmo y siempre hacia el norte por Nowy Swiat en dirección al centro histórico de Varsovia. Cuando llegamos al cruce con Aleje Jerezolimskie, giramos a la derecha para visitar el Museo Nacional de Varsovia. Pudimos ver las obras que hay dentro. Tienen muchas cosas interesantes, desde retablos medievales hasta el famoso cuadro de la Batalla de Grünwald. Es un lienzo que impresiona por su tamaño, por su colorido y por sus personajes.

Continuamos avanzando por por Nowy Swiat y, una vez cruzamos la calle de Swietokrzyska, empezamos a avanzar por Krakowskie Przedmiescie para llegar a una plaza en la que pudimos ver una escultura erigida en honor de otro ilustre polaco: Nicolás Copérnico. En esa misma plaza también pudimos visitar la Iglesia de la Sagrada Cruz. Y 5 minutos más tarde pudimos ver el Palacio del Primer Ministro de Polonia.

Todo eso quería decir que ya estábamos muy cerca de nuestro destino, aunque antes de adentrarnos en el centro histórico de Varsovia paramos en un sitio muy interesante. Para que nadie se pierda, se trata del Rektorat Kosciola Akademickiego sw. Anny. Dicho así, pues no queda muy claro lo que es, pero para que nos entendamos todos… se trata de una pequeña iglesia que se encuentra muy cerca del Castillo Real de Varsovia y que posee un pequeño campanario al cual se puede subir y desde el que se tienen unas vistas privilegiadas.

Como ya he comentado anteriormente, el actual casco histórico de Varsovia es una reproducción del original. Los nazis lo destruyeron antes de abandonar la ciudad en 1944 por la llegada de las tropas soviéticas. Aunque parezca increíble, dentro de las casas vive gente normal y corriente, aunque los precios de la vivienda en esa parte de la ciudad es desorbitado. Un paseo por la zona nos permite ver una cantidad elevada de restaurantes y bares (y terrazas, puesto que el buen tiempo acompañaba). Dimos una pequeña vuelta, porque tampoco es una zona extensa, aprovechamos para comer algo típico de Polonia. Queríamos volver pronto a casa porque al día siguiente nos tocaba madrugar un poco para ir a Cracovia.

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