La colina Chaillot, con su ventajosa posición sobre el río Sena, fue el emplazamiento elegido por Napoleón para «el más grande y más extraordinario» palacio, que construiría para su hijo; pero a su caída, sólo se habían levantado unas cuantas murallas. En la actualidad, se alza en el lugar el monumental palacio Chaillot, con sus dos sólidas alas curvas.
Es un edificio de estilo neoclásico que se construyó para la Exposición Universal de 1937 . Reemplazó así al palacio de Trocadéro, que se consruyó en 1878. Desde la terraza, delante del palacio, hay una magnífica vista sobre los jardines de Trocadéro y del río Sena hasta la Torre Eiffel.
El palacio se encuentra dividido en varias secciones que aglutinan diferentes instituciones. En una de las alas podemos encontrar el Museo de la Marina; el Museo del Hombre; y el Museo del Cine de Henri Langlois. En el ala opuesta encontraremos el Teatro Nacional Chaillot, el Museo de los Monumentos Franceses y la Cinemateca Francesa.
La colina Chaillot se puede ver de una manera increíble desde lo alto de la Torre Eiffel. A 300 metros de altura parece un lugar pequeño pero no por ello menos bello. Por lo tanto, el consejo es ver la zona desde abajo y luego subir hasta el mirador más alto de la torre.