El Riverwalk de Chicago es uno de los espacios más asombrosos de la ciudad. Aparentemente solo es un paseo junto al río, pero sorprende su calidad. Comienza frente al edificio de Nuveen Investments; y termina en DuSable Harbor. Permite caminar todo ese tramo, que es largo, a pie y sin coches. El camino pasa debajo de los puentes de manera natural. Apenas se ve condicionado por el tráfico rodado.
Tiene gran cantidad de zonas verdes, sitios donde descansar, bancos y sillas. También hay pequeñas zonas de restauración divididas entre diversos puntos de la orilla. La gente suele ir allí a pasar el rato si el tiempo acompaña. Lo bueno es que yo estuve en verano y el día era casi perfecto. Pude ver mucha gente caminando y tomando el sol. Otros van a los embarcaderos para coger esos enormes barcos turísticos. Se dedican a hacer travesías por el río mostrando la ciudad.
El Riverwalk de Chicago
Avanzando por el Riverwalk de Chicago se pueden ver pequeños monumentos. También encontramos la famosa Trump Tower, en la orilla opuesta. Ya cerca del final podemos ver Urban Kayaks on the Chicago River. Es posible alquilar un kayak y navegar por los alrededores del río. La oferta de ocio que han creado en torno al río es espectacular. Y cuando yo fui estaban aún de obras, algo increíble.
De hecho, es posible seguir caminando y llegar hasta Grant Park, donde pasé una tarde en Chicago. Sin embargo, yo elegí una ruta diferente. Crucé el río y me dirigí hacia Navy Pier. Atravesé todo el muelle y llegué hasta el final, junto al Aon Grand Ballroom. Desde allí se tiene una vista privilegiada del lago Michigan. Aunque me estaba asando de calor, eso también tengo que decirlo. El sol apretaba con fuerza y buscaba sombras por donde fuera posible.
