Visitar Bangkok en un día es imposible. Se puede ver lo más importante pero es una ciudad muy grande. Y sobre todo, tiene muchas cosas que ver. Me sorprendió la gran cantidad de templos. Enormes recintos con una gran cantidad de edificios en su interior.
Desayuné en el hotel y me preparé para caminar. Fui a pie en dirección sur. Mi primer objetivo era visitar el Grand Palace. Es el lugar que uno no puede perderse si viaja a Bangkok. Llegué en unos 20 minutos y me fui a la entrada. Me tuve que comprar unos pantalones largos, cosa que sabía que tenía que hacer. Si no, me habría quedado sin entrar.
Compré la entrada por internet, 500 baht, y la canjeé antes de acceder al recinto. Primero visité todo el recinto del Templo del Buda Esmeralda. Estaba lleno de chinos, una cantidad ingente. Pero aún así pude ir viendo todos los edificios. Por dentro solo pude visitar el propio templo.
Luego accedí a la zona del Grand Palace. Allí había una serie de edificios de muy bella factura. El que más destacaba era el Gran Palacio. En un par de horas pude visitar todo y salir por Na Phra Lan Rd. Desde allí me dirigí hacia el sur.
En pocos minutos llegué al Templo del Buda Reclinado. La entada estaba situada al oeste de Thai Wang Alley. Pagué 200 baht y entré en el primer edificio. Allí estaba el impresionante Buda, una enorme estatua bañada en oro. Di toda la vuelta por el interior mientras la lluvia comenzaba a arreciar fuera.
Visitar Bangkok en un día con mucha lluvia es aún más difícil. Renuncié al plan de la tarde y me centré en el de la noche. Fui al hotel en taxi, me duché y me puse ropa seca.
