Bosque Estatal de Guánica, al sur de Puerto Rico. Por aquí inicié mi recorrido por el país en coche. Lo primero que hice fue dirigirme al sur desde San Juan, en dirección a Ponce. La carretera está bien hasta que se acaban los dos carriles por sentido. Eso sucede a la altura de la mencionada Ponce. A partir de ahí, pues hay un poco de todo. No hace falta decir que el GPS es vital en este tipo de viajes. Nos llevará hasta la entrada del mismo bosque.
¿Qué tiene de especial el Bosque Estatal de Guánica? Pues que es un bosque seco. Por lo tanto vamos a encontrar vegetación propia de un clima seco a pesar de estar pegado al Mar Caribe. Existen en su interior una serie de sendas que la gente puede recorrer a su aire, sabiendo previamente el tiempo que dura cada una. Sin embargo, hay que tener en cuenta que hace bastante calor. Por lo tanto es aconsejable llevar una botella con agua para mantener la hidratación.
Cabe la posibilidad de llegar caminando hasta el sur del bosque, donde está la famosa Isla Gilligan. También se puede ver Playa Jaboncillo, Playa Caña Gorda o Playa Ballena. Estos lugares son los elegidos por las tortugas marinas para desovar. Hay que tener cuidado en estos sitios y ser muy respetuosos. No es necesario que nos estén vigilando para saber comportarse adecuadamente con nuestro entorno.
No es un destino indicado para aquellas personas que tengan problemas de movilidad. Tampoco para aquellas personas que no les guste dar largas caminatas. Además de agua, hay que llevar protección para el sol. Es decir, crema solar y algo para cubrir la cabeza, una gorra o un sombrero. Por lo demás, solo queda tener buenas piernas y ganas de caminar un rato.
