Se acabaron los viajes por un tiempo, aunque me duela en el alma. He estado viajando desde el 30 de mayo casi sin parar. Tan solo 4 semanas de respiro para preparar un viaje a Rusia. Después de esto, tendré que esperar al próximo año y sin saber qué hacer. Tengo una idea aproximada pero aún no está claro. Me gustaría viajar por el norte y el centro de Europa. ¿Cuánto tiempo? ¿Qué países? ¿Qué fechas? Todo incógnitas.
La vuelta al mundo fue todo un éxito, y el viaje a Rusia creo que también. Lo segundo fue más un compromiso personal que otra cosa. He podido conocer San Petersburgo y Moscú, a pesar del frío. No es finales de octubre un buen momento para visitar el país. Pero solo podía ir en verano y eso me hacía esperar a 2020. Por lo tanto he vuelto contento de ambos viajes.
A partir de hoy seguiré contando mis experiencias en mi viaje alrededor del planeta. Me quedé en Estados Unidos, visitando Nueva York. Me pasaron muchas cosas después, algunas apenas las recuerdo. Hace poco hacía memoria y no recordaba la vista a Milwaukee. Que tampoco sé por qué fui a esa ciudad, quizás la cercanía con Chicago fue la clave.
La parte asiática tuvo en general muchas cosas buenas. No hay nada con lo que me quede especialmente. O tal vez sí, porque el Taj Mahal me pareció algo increíble. El único lugar que ha conseguido hacerme sentir algo diferente. Casi asomaba alguna lágrima de mis ojos al verlo. Después de tantas fotos y tantos documentales, lo tenía frente a mí.
Pero ya contaré todo eso más adelante, cuando llegue el momento. Ahora seguiré escribiendo sobre mis andanzas por Estados Unidos. Pasé tres semanas allí, así que habrá muchas cosas que contar.
