Visitando Hanoi a pie y en pleno final de verano. Vaya locura, de verdad. No fui consciente del calor hasta que salí del hotel. Primero aproveché para desayunar. La verdad es que me gustó mucho, buena comida y variedad. Salí a Hàng Bông y me dirigí caminando hacia el este.
El primer destino era el Hoan Kiem Lake Park. En el interior del lago estaba el Temple of the Jade Mountain. Había que pagar por entrar, algo más de un euro. Pero mereció la pena. El templo en sí tiene cosas curiosas, como dos tortugas disecadas. Sin embargo lo mejor son las vistas del lago.
Una vez salí, rodeé el lago hacia el sur. Había mucha gente, era domingo y los habitantes salían a hacer su vida. Caminando hacia el oeste llegué a la Catedral de San José de Hanoi. Me resultó fascinante ver una catedral católica en un país asiático. Y entré, para ver cómo era. Estaban dando misa en francés. No salía de mi asombro.
Seguí visitando Hanoi a 35º de temperatura, con una sensación térmica de 44º. No me había sentido tan abrumado por el calor en mi vida. Seguí por Điện Biên Phủ hacia el noroeste. Pasé junto al Museo de Historia Militar y la Torre de la Bandera. A cada paso que daba, sabía que la visita iba a ser muy breve.
Llegué a duras penas a la Plaza Ba Dinh; vi el Mausoleo Ho Chi Minh por fuera, también el Museo Ho Chi Minh; al lado estaba la Pagoda del Pilar Único, muy bonita. Y ya empecé a volver. Apenas había estado 3 horas fuera, pero no podía más.
Incluso pensé en coger un Grab para volver al hotel. Estaba deshidratado, una sensación muy fea. Llegué a la habitación y me duché con calma.
