De Hawái a Osaka había 9 horas de vuelo. Elegí la mejor opción en cuanto precio, que era AirAsia. Pagué unos 150 euros, muy poco en mi opinión. Pero claro, ese tipo de compañías ofrecen el vuelo y ya. El Airbus A330 de la compañía era antiguo, ni siquiera había entretenimiento a bordo. Y en un vuelo de 9 horas es fundamental.
Llegué al aeropuerto de Honolulu después de visitar Pearl Harbor. Tenía que comer y pagué 16 dólares por un menú de McDonald’s. Sí, unos 14 euros por una hamburguesa, unas patatas y un refresco. Y tras eso fui directamente a embarcar, con el estómago bien lleno. Porque en AirAsia no te dan de comer. Dure el vuelo 9 horas o dure 1, todo se paga aparte. En Tailandia cogí varios vuelos con ellos y funcionaba así.
En todo ese tiempo se pueden hacer muchas cosas. Llegué incluso a dormir un par de horas, que para mí es casi imposible en un avión. El vuelo de Hawái a Osaka se me hizo largo pero no pesado. Aterrizamos en Japón sobre las 8 de la noche. Lo más curioso del tema es que habíamos cambiado de día, era 1 de agosto. Y eso a pesar de volar hacia el oeste. Pero en algún momento hay que ajustarlo o terminamos viajando al pasado.
Vi las diferentes opciones que tenía para llegar a mi hostal. Era el B&S Eco Cube Shinsaibashi, muy céntrico y muy barato. Cogí un autobús que me dejó en la estación de Namba tras una hora de largo recorrido. Caminé unos 10 minutos y llegué a mi hostal. Estaba reventado, así que cené algo y me fui a dormir a mi cápsula. Por cierto, mucho mejor que una habitación llena de literas. Tomé buena nota para futuros viajes.
