El Museo de Arte de Filadelfia se hizo famoso a partir de Rocky, la película del boxeador. Resulta curioso que unas escaleras puedan hacer tan representativo a un edificio. Pero es así, y el agradecimiento de la ciudad es palpable. No hay nada como acercarse al edificio y ver una escultura dedicada al mítico personaje.
El camino hasta el Museo de Arte de Filadelfia está plagado de grandes jardines. Lo primero que veremos desde el Ayuntamiento de Filadelfia es Logan Square. La fuente que hay en el centro está muy concurrida durante los meses más calurosos. A ambos lados veremos diferentes edificios que albergan museos e instituciones. Por ejemplo, The Franklin Institute y The Academy of Natural Sciences of Drexel University.
A medida que avanzamos por Benjamin Franklin, todo se vuelve verde a ambos lados. Ya al fondo podemos atisbar el gran edificio del museo de arte. Antes pasaremos por una enorme fuente, conocida como The Oval. Desde allí se pueden tomar las mejores fotos del museo.
Si cruzamos la acera, podremos ver la mencionada estatua de Rocky. Y cómo no, podremos emular al boxeador subiendo todos los escalones hasta llegar a la cima. Las vistas, por cierto, son espectaculares. Se ve todo el distrito financiero con sus grandes rascacielos.
En cuanto al museo, pues la entrada normal cuesta 25 dólares. El problema vuelve a ser el tiempo disponible. Se puede pasar todo un día visitando todas las plantas del edificio. Son 4 en total, pero todo se concentra en la segunda y tercera. Muchas salas y mucho arte que ver. Y hay de todo, desde la Edad Media hasta el Impresionismo; arte europeo, asiático y americano. Mínimo son 2 horas de visita y yendo a un ritmo bastante rápido. Yo no tuve tiempo pero quizás otras personas puedan verlo.
