El Ayuntamiento de Filadelfia es uno de los edificios más representativos de la ciudad. Y como en tantas otras ocasiones, el motivo fue una película. Una gran película, la verdad. «Philadelphia» dio a conocer esta ciudad al mundo contando una cruda historia. Y uno de los edificios que más apareció fue el Ayuntamiento. Su esbelta torre quedó plasmada en los ojos de muchas personas. Y yo por supuesto quería verlo.
Entraba así en la segunda parte de mi visita a la ciudad. Ya había visto el este y ahora quería ver el oeste. Market Street llega hasta el Ayuntamiento de Filadelfia, que la divide en dos. Hace como una especie de rotonda alrededor del edificio y continúa su camino.
Aún cumple labores administrativas, así que muchos ciudadanos acuden allí a resolver dudas o problemas. La torre en teoría se puede visitar, pero en dos veces que he ido, no he podido subir. No obstante, el patio interior se puede ver sin problemas. El acceso es totalmente gratuito para todo el mundo. De hecho, es la mejor forma de cruzar Market Street.
Junto al lado occidental del edificio está el Parque Dilworth. En los meses de verano muchas familias acuden allí a pasar el rato. Quizás sea por los chorros de agua que salen del suelo y hacen las delicias de los niños. O quizás sea por las zonas de restauración que hay cerca.
Esa es la antesala del distrito financiero de la ciudad. Allí es donde se levantan los principales rascacielos de Filadelfia. Se puede dar un paseo por la zona y disfrutar de las vistas. Los más curiosos se pueden acercar al One Liberty Observation Deck. En lo más alto de este rascacielos existe un observatorio. Desde lo más alto se puede ver toda la ciudad desde 15 dólares.
