Parque Nacional de los Tres Ojos

Parque Nacional de los Tres OjosParque Nacional de los Tres Ojos, Santo Domingo. Es uno de esos lugares curiosos al principio pero espectaculares durante y muy bonitos después de la visita. Para empezar, hay que aclarar que el parque está en la zona este de la capital. Eso quiere decir que está al este del Río Ozama.

La mejor forma de llegar hasta allí es, como siempre, en Uber. A pesar de que no lo percibamos, algunas zonas de Santo Domingo son peligrosas. Yo recuerdo haber querido ir desde el Parque al Faro a Colón a pie y el policía de Turismo del parque decirme, educadamente, «no».

El coche de Uber nos dejará justo delante del acceso, así que no merece la pena darle más vueltas al tema. Una vez allí, nos asaltarán unos supuestos guías turísticos. ¿Qué nos quieren vender? Pagar un precio que ronda los 30-35 dólares y ofrecernos explicaciones detalladas del Parque Nacional de los Tres Ojos. ¿Merece la pena pagar? Yo creo que no. El motivo es sencillo. La entrada individual son 200 pesos y luego un extra por cruzar en una barca un lago interno. Y no hace falta más.

Visitar el Parque Nacional de los Tres Ojos

¿Qué se ve dentro del parque? Básicamente son formaciones geológicas, algo impensable de ver dentro de una ciudad tan grande como Santo Domingo. Hay una serie de cuevas y lagos bajo la superficie que son realmente espectaculares. Al principio veremos los lagos pequeños asentados bajo enormes cavidades dentro de la roca.

Pero sin duda alguna el lago grande es el mejor de todos. Para empezar por la forma en que se llega. Hay un estanque de unos 10 metros de ancho por 60 metros de largo que se cruza en una barca rudimentaria tirada por cuerdas desde dentro y todo bajo tierra. A la vuelta, por cierto, se paga el transporte (50 pesos).

Una vez en el otro lado llegamos al lago grande. No solo es que sea grande, es que está a cielo abierto, rodeado de espesa vegetación, con unas características verdaderamente únicas en un entorno urbano. No lleva más que un par de horas toda la visita, Uber incluido, y os dejará de piedra.

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