Visitando Santo Domingo, Repúbica Dominicana. Y aunque no sea la primera vez que vengo a la capital dominicana, estoy descubriendo sitios nuevos. Eso es algo de lo que me alegro, porque a veces tendemos a pensar que lo hemos visto todo de un sitio y no es así. En esta nueva visita he descubierto pequeños y coquetos museos, todos en la zona colonial.
También he visto alguna iglesia de origen colonial que desconocía y algún pequeño pero acogedor parque. Es más, gracias al buen servicio prestado por Uber, he conocido un centro comercial. Para ser más precisos, el Sambil. Es una especie de oasis en mitad del desierto. Digo esto porque urbanísticamente Santo Domingo es algo caótico en comparación con Madrid. Y de repente aparece este mall, grande y moderno, y es como un regalo para mis ojos.
No obstante, lo ideal en una ciudad así es ver las partes más turísticas. El año pasado, por ejemplo, tuve la oportunidad de visitar el Parque de los Tres Ojos. Es algo increíble, un lugar que nadie debería perderse si va de visita a la capital dominicana. Un lugar geológicamente único en casi pleno centro de la ciudad. No sé si hay algo parecido en alguna capital del mundo. Lagos subterráneos, formaciones con milenios de antigüedad, y todo por un precio muy económico y cerca de la zona colonial.
Así pues, continúo en esta primera fase de la vuelta al mundo cargando las pilas para lo que vendrá después. He empezado visitando Santo Domingo y pronto espero visitar alguna playa de la zona. Más tarde, la siguiente parada será Puerto Rico antes de dar el gran salto a Estados Unidos.
