Tenía que ordenar el viaje, así es. Porque me había hecho la parte de San Francisco y los primeros días en Asia con ropa limpia. Pero ya no tenía más y necesitaba una colada. Además, mi último corte de pelo y barba había sido en Puerto Rico, hacía un mes. También quería arreglar los pelos de mi cabeza.
Otra cosa necesaria era saber si estaba todo arreglado hasta el 20 de agosto. Ese día abandonaría Puerto Princesa para ir a Legazpi, en Luzón. Por lo tanto empecé por lo más básico, que era desayunar. Y fue un desayuno abundante, como no había tenido en tiempo. De esos que llaman americano, con huevos fritos y bacon. Me puse las botas y me comí cosas que normalmente dejaría.
Lo primero era buscar una lavandería, porque en el hotel no tenían ese servicio. En Rizal Avenue encontré una. Cobraban por kilo de ropa, y creo que pagué unos 3 euros por todo. Era casi toda mi ropa, bastante peso, y lavaban y planchaban. Así que me pareció bien.
Tenía que ordenar el viaje y también mi salud. Necesitaba hacerme unos análisis de sangre. Así que esa fue la segunda parada. Pagué muy poco, pero era una molestia tener que ir hasta el hospital, un poco alejado. El caso es que los resultados estaban muy bien.
Finalmente quería arreglar los pelos de mi cabeza. Necesitaba un corte de pelo y un afeitado. Fui a una de las muchas peluquerías de Puerto Princesa North Road. Un chaval de unos 20 años me dejó perfecto en 30 minutos. Me cobró 120 pesos, unos 2 euros al cambio. Le di 200 pesos y aún me siento bastante mal.
Después de eso recogí la colada y fui al hotel. Quedaba planificar toda la visita de los próximos días.
